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ROMA Y SU MÚSICA

       HISTORIA  I  SU MÚSICA  I INSTRUMENTOS I  DANZA

MÚSICA DE LA ANTIGUA ROMA I 


Desde su comienzo Roma fue asimilando la música de otros pueblos a la vez que avanzaba su expansión. Estas influencias fueron, por una parte, las recibidas del Cercano Oriente, Egipto y especialmente de Grecia y, por otra, de las que convivieron con ella en la propia península itálica, que le aportaron importantes elementos culturales, particularmente del pueblo Etrusco.




Decir que Roma fue la heredera de la cultura helénica, sin explicar la importancia que también tuvo la cultura etrusca, es reducir de una forma simplista los hechos históricos. Roma como ciudad le debe mucho a la cultura etrusca.



La civilización etrusca apreciaba enormemente la música, como lo demuestran la iconografía procedente de sus tumbas y lo que nos cuentan las antiguas fuentes literarias. Roma va adoptando,  tras su fundación, muchas costumbres etruscas como la de los espectáculos de los ludiones, actores de origen etrusco que bailaban al ritmo de las tibiae. Los romanos intentan imitar estas artes y le añaden música vocal. A estos artistas se les denominó histriones que significa bailarines en etrusco. 



En Roma, durante el reinado de rey etrusco Servio Tulio, 578-534 a.C, fueron instituidos formalmente los grupos de músicos en las Milicias Romanas, integrados por instrumentos de viento y con funciones específicas para las ceremonias y el combate. Se establecieron así, losCornicem, tocadores del Cornu y los Tubicem, tocadores de Tuba. Posteriormente, hacia el año 400 a.C., estos grupos militares y ceremoniales romanos estarán integrados por flautas, cornos y trompetas de muy variadas formas y tamaños e instrumentos como la Syrinx y el Lituus, también  usados en la antigua Grecia.

La República se proclama en el 510 a.C., y pronto Roma se desarrolla y  consolida como poder militar que impone su dominación. Recibe y asimila los usos, costumbres, instrumentos y las bases musicales de los pueblos conquistados que conformaron el vasto Imperio Romano. 






Con la caída de Corinto en el año 146 a.C. Grecia es dominada definitivamente por Roma, lo que provocó una afluencia de numerosos personajes de la vida cultural griega que emigraron a la capital del imperio buscando condiciones más favorables. Estos intelectualers eran muy solicitados y apreciados  por las clases pudientes que solicitaban sus servicios sobre todo para la educación de sus hijos. No obstante, hubo una corriente muy crítica que argumentaba que de esta manera se producía una helenización, lo que llevó a los censores Cecilio Metelo Delmático y Cn. Domicio Enobarbo en el año 115 a.C. a redactar un edicto donde se ponía freno al virtuosismo de la música que los griegos traían, y  la utilización de instrumentos que no fueran propios de la cultura musical romana,favoreciendo el uso de las tibiae. Aún así no se logró frenar la nueva corriente helenizante en la música.



Aunque hay escasísimas anotaciones melódicas, sí existen numerosos documentos literarios y grabados que demuestran "la extraordinaria importancia de la música en la vida de los romanos" (G. Wille). 

Según las investigaciones de los últimos años el tópico de su "incapacidad musical" , de su falta de creatividad y su decadencia musical, no es cierta. Contrariamente a estas opiniones la música se cultiva en todos los ámbitos de la vida de los romanos. Consideran, como los griegos el efecto musical del Ethos y la incluyeron en su sistema de educación. Roma proyecta la música hacia finalidades épicas, guerreras y rituales pero también, hacia el disfrute sensual como habían aprendido de los etruscos.



Respecto a la instrumentación se aprecia un gran desarrollo de los instrumentos heredados de los etruscos, los griegos y de los origen oriental. Les gustaba recrearse en los efectos coloristas del sonido por lo que aumentaron el número de cuerdas de la cítara y la lira. En cuanto a la escritura musical, adoptan las escalas tonales griegas y los principios de su acústica. Se sabe que el séptimo libro del "Disciplinae", era "De Musica" y aunque esta obra se perdió se sabe de su importancia porque era muy comentado por tratadistas romanos como Macrobio y Marciano Capella.







El carácter pragmático que caracteriza a Roma va a verse reflejado en dos mundos distintos que requieren diferentes funcionalidades: la privada y la pública.

En el ámbito privado tendrá características diferentes más próximas al mundo griego. Sabemos, por ejemplo, que los primeros juguetes que se regalaban a los bebés eran sonajeros y que la música jugaba un papel importante en la enseñanza. A mediados del siglo II a. C. empezó a estar bien visto que los nobles supieran cantar o tocar un instrumento. Numerosas familias patricias continuaron la práctica que se había iniciado con la familia de los Gracos, Tiberio y Cayo Sempronio, hacia el 110 a.C., de enviar a sus hijos a las Escuelas de Música y de Danza. 





Aunque a la educación sólo tenían acceso los hijos varones de las familias adineradas, también las mujeres romanas practicaron el arte de la música como cantantes e instrumentistas. Luciano, el escritor, elogia las habilidades como cantantes y tocadoras de cítara de las mujeres aristócratas y de las cortesanas.




















Los varones patricios eran instruídos por el grammaticus, profesor que les enseñaba latín, griego, retórica, literatura homérica, filosofía, gimnasia y música. En la época del Imperio, la música se integra en las enseñanzas superiores, tanto en su estudio teórico como práctico. Incluso muchos emperadores eran instrumentistas o cantantes.


En el ámbito público la música estará al servicio de los ritos, del espectáculo de masas como los del teatro, el circo y la pantomima y del boato militar.



La música tenía un papel importante en la vida religiosa. Los sacerdotes salios del dios Marte, que guardaban los escudos-talismanes, símbolos del rayo, procesionaban del 1 al 23 de marzo, cantando, bailando y golpeando sus escudos de los que decían que uno había caido del cielo. En el culto a Cibeles, introducido en Roma en el 204 a.C.durante la segunda guerra púnica, se empleaban aulos que ejecutaban melodías frigias acompañados de címbalos, tympanon. Para el culto de Isis se utilizaba un nuevo instrumento llamado sistro, que Roma incorporó al conocer la música de Egipto tras su anexión en el año 31 a.C.


En los teatros romanos se representaban comedias al estilo griego y destacan los autores Plauto y Terencio y la tragedia tuvo en Séneca su gran representante. La música tenía un papel trascendental en estas obras pero al evolucionar irá abandonando la danza que en Grecia estaba siempre presente y también la poesía se separará progresivamente de la música quedando como un género puramente literario. 














Las partes recitadas ,deverbia, eran seguidas de partes cantadas, cantica, por un solista o dúoacompañadas de tibiae . En los intermedios de los actos se ofrecían interludios musicales a cargo del tibicen. En la obra de Plauto, Pseudolus, aparece: "tibicen vos interibi hic delectaverit" ( El flautista os habrá deleitado en el intermedio ).

Reaparecen antiguos estilos como la citarodia, versos cantados con cítara y la citarística, la interpretación virtuosa de la cítara, de las que se celebraban certámenes y competiciones. 








En el periodo imperial, las citarodias tuvieron un gran éxito y los mejores intérpretes fueron aclamados por el público romano. Se extendió la costumbre de componer música basándose en fragmentos extraídos de tragedias clásicas y cantarlas acompañándose con la cítara. Lo atestiguan inscripciones como la de Temisón de Mileto de la primera mitad del siglo II d.C.: «La Bulé y el pueblo de los milesios erigieron el busto de Tito Poplio Elio Temisón, hijo de Teodoto, que ganó los juegos Istmicos, los de Nemea, cincos juegos panasiáticos y otros ochenta y nueve concursos, primero y único en musicar a Eurípides, Sófocles y Timoteo, por decisión de la Bulé». Estos cantores probablemente trabajaban también en el pantomimo.




Además de estos espectáculos, las calles eran el lugar habitual en el actuaban los Ioculatores y acróbatas romanos que con sus Iocus, juegos acrobáticos y musicales, actuaban en las urbes acompañados por músicos que tocaban tibias, panderos y otros instrumentos. Estos Ioculatores también actuaban en las villas de los romanos ricos. Verdaderas compañías teatrales (symphôniai), que ponían en escena exhibiciones de mimo y pantomimos donde participaban los bailarines de ambos sexos (saltadores, saltadoras) e instrumrntistas con crótalos,tympanoscymbalostibiaes, etc., normalmente bajo la dirección de un tocador de scabillum, a los que se le denominabancabillarius.



En los actos, ceremonias, usos y costumbres militares y rituales de carácter público se hizo frecuente la utilización de diversos instrumentos musicales de viento de gran sonoridad y como para tocar en exteriores los instrumentos debían ganar capacidad sonora mejoraron el aulós y la lira griega.  La tibia, versión acústicamente mas potente que el aulós, y sus instrumentistas, los tibicines, adquieren popularidad. En tiempos del Emperador César Augusto (63 a.C.-14 d.C.), el Aulos aumentó sus dimensiones y llegó a ser un instrumento del tamaño de las tubas. También se sabe por las crónicas de Cornelio Tácito, la existecia de grandes Liras que debían transportarse en carros debido a su enorme tamaño.







Además de aumentar el tamaño de sus instrumentos también lo hicieron con los grupos de músicos que reunían un gran número de ejecutantes hasta formar conjuntos de músicos verdaderamente impresionantes, como afirma el musicólogo Paul Henry Láng, tradición que ya existía en Egipto, tal como lo señalaba Ptolomeo Filadelfo (m. 340 a.C). Lucio Anneo Séneca (4a.C-65d.C) en su obra Epistolæ 84,10, aporta valiosos datos sobre el gran número de cantores que se reunían en las actuaciones, acompañados por multitud de instrumentos de viento que se colocaban entre el auditorio, mientras que en el escenario principal se situaban los órganos (hydraulis) de todas clases y tamaños.

Los cantantes profesionales aprendían a leer música en notación alfabética y ejercitaban la claridad y potencia de sus voces para cantar en los grandes teatros al aire libre. Existían coros religiosos como el de los saliares que cantaban y bailaba "danzas de armas" en honor a Marte.



Desde los tiempos de la monarquía se practicaba un tipo de canto solístico y coral monódico, pero sólo se consevan fragmentos de algunos textos. Los sacerdotes Arvales y salios practicaban estos tipos de cantos: Carmen Fratrum Arvalium del culto a Ceres y Carmen Saliare a Marte. Había cantos conviviales de contenido épico-histórico: carmina convivalia, para festejar a los generales victoriosos: carmina triumphalia y para los funerales: el nennie.

Los instrumentistas profesionales estudiaban bajo la tutela de maestros: adaptación, improvisación, interpretación, composición y las obras de maestros como Timoteo y Pólido. Los virtuosos de la música eran respetados y considerados, realizaban giras de conciertos por el Imperio y recibían pagos importantes. Destacaron músicos de origen griego , como Terpnos, maestro de Nerón y gran intérprete de cítara, Menícrates, Polión y Mesomedes, autor de himnos a Helios y Némesis.





Tras el establecimiento de los Juegos Capitolinos, por Tito Flavio Sabino Domiciano (54-97), los instrumentistas, músicos, cantores y poetas destacados eran premiados junto a atletas y deportistas. A partir de estos acontecimientos, la música es considerada como un importante espectáculo, además de arte, por lo que los músicos gozaban de condiciones y tratos especiales en la sociedad romana.

Roma será el puente entre la cultura griega y la judeocristiana. Entroncarán la música judaica de la sinagoga y del templo, para que a través del Cristianismo se refunda en una herencia que conforma el corpus musical litúrgico y perfectamente reglado, que nos ha llegado. El cristianismo recogerá el legado musical de la Antigüedad y lo mantendrá vivo en el la Edad Media.

Otro hecho relevante en la contribución de la cultura romana es que pondrá en común músicas procedentes de todos los rincones del Imperio, lo que significa su gran contribución a la fusión e integración de los sonidos del mundo mediterráneo antiguo.







ENLACES:
















FUENTES:



-KURT ET AL. HONOLKA,HISTORIA DE LA MUSICA (5ª ED.), EDIT EDAF, 1983

-Hamel & Hürlimann Enciclopedia de la Música, Edit. Grijalbo, Barcelona, España 1970

 -VEGECIO: El arte de la guerra romana. Introducción, traducción y notas de A. R. Menéndez Argüín. Madrid 2005.

 -LE BOHEC, Y. : El ejército romano. Instrumento para la conquista de un imperio, Barcelona 2004.